9 de Marzo de 2005
“Quiero practicar mi swing”
[ Andrés Pascoe en Damasco ]
En conferencia de prensa, Siria anunció su retiro de Líbano con la intención de pasar más tiempo con los suyos. “Estos últimos 29 años en Líbano han sido maravillosos y no los cambiaría por nada” aseguró el país, “pero hay que saber cuándo es tiempo de volver a las raíces”.
Siria aseguró estar “profundamente agradecido (con Líbano) por todo lo que aprendí y logré” pero “extraño a mis hijos y a mi mujer… hasta a mi suegra” ironizó.
Interrogado por reporteros en torno a la presión internacional para que abandone Líbano, Siria explicó que “de ninguna manera me voy bajo presión; al contrario, siempre me sentí muy en casa en Líbano. Es sólo que quiero ver a mis niños crecer, de hecho mi hija adolescente está embarazada de un desconocido y quiero acompañarla en este momento tan especial”.
De igual forma, planteó que “he hecho muchos sacrificios por Líbano, y todos tenemos derecho a ponernos un poco egoístas en algún momento”.
Así, planteó que quiere mejorar su swing en el golf, irse de vacaciones a alguna playa con su mujer y “quizá escribir un libro”.
Confrontado con la realidad de las protestas en Líbano exigiendo su retiro incondicional, Siria reiteró que “me voy porque quiero, y lo haré a mi ritmo. De hecho, todavía ni he empacado mis CD’s”.
El anuncio fue recibido con agrado por el gobierno de Estados Unidos, al punto que la Casa Blanca emitió un comunicado invitando a Siria y a toda su familia a pasar un fin de semana en el rancho del presidente George Bush en Texas, con la única condición de que prometa “no quedarse por más de dos décadas… ya lo conocemos”.
Con esto, se abre una nueva oportunidad de estabilidad en el Medio Oriente, según los conocedores. Además, según señaló Robert Fisk, especialista en la zona, “era hora de que Siria se diera un poco de tiempo para sí mismo”, aunque advirtió sobre los riesgos de un retiro demasiado rápido. “Líbano podría extrañar a Siria y deprimirse. Deben visitarse seguido para no perder la amistad”.
