20 de junio de 2005
“Es la máxima prueba de amor”
[ Andrés Pascoe en Los Angeles ]
Tom Cruise no para. Fue sólo hace unos días cuando el taquillero actor apareció en el Show de Ophra y, subido en un sillón, gritó que amaba a Katie Holmes. Poco después le pidió matrimonio en la Torre Iffel e incluso la convenció de integrarse a su extraño culto religioso.
A pesar de que su ex esposa, Nicole Kidman, le ha sugerido a Cruise tomarse las cosas con más tranquilidad, el asto del cine declaró públicamente su deseo de defecar sobre la actriz de Dawson’s Creek, “de preferencia en la boca, pero con hacerlo sobre sus chichis me conformo”.
La propuesta escatológica fue tomada con sorpresa por los tabloides de la farándula, ya que no se esperaba una declaración de tal contundencia. Jimmy Lacola, editor en jefe del Semanario de lo Insólito, planteó que “por muy estrella que sea, la caca de Tom también apesta. Nadie quiere imaginarse a una chica bonita como Katie cubierta de mierda”. Sin embargo, ofreció tres millones de dólares a quién consiga un video del ritual cropofílico de la pareja del momento para subirlo a internet.
Incluso los jefes de la Scientología, culto del cual es parte Cruise, decidieron desligarse de sus locuras, asegurando que “sí, ok, nosotros somos extraterrestres, pero ese güey está demente”.
Rito Rottito, nuestro experto en modas, explicó que “defecar a tu pareja no se usa” ya que no entra entre las actividades sexuales “in”. “Es normal ser ‘heteroflexible’ o usar pepinos para el acto sexual. Incluso orinarse mutuamente no está mal visto. Pero jugar con la caca, bueno, francamente, ¿qué edad tienes, Tom?”, se preguntó el especialista.
Por su parte, Katie Holmes señaló estar “muy emocionada” con la propuesta, ya que “amo a Tom y todo lo que salga de él me lo comería, sea semen o sea caca. Es una forma de acercarnos el uno al otro”.
Se espera que en los próximos días se oficialice el intercambio de heces entre las dos estrellas.
