2006/02/15
Difunde la Casa Blanca conversaciones de ciudadanos
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Especialistas de la moda cuestionan a Evo Morales
“¡Es un güara-gucci!”
No todos están de acuerdo en que el suéter característico que el presidente electo de Bolivia, Evo Morales, es una muestra de su sencillez. Al contrario, cada día crecen las voces en torno a un posible “complot imperialista-fashionista” contra la izquierda internacional.
Los “fashionistas”, o fascistas de la moda, serían un grupo altamente organizado de manipuladores y provocadores de derecha que, con tácticas sofisticadas, infiltran a grupos de izquierda y los ponen a la moda, aún sin que estos se percaten.
Así lo denuncia la Organización No Gubernamental “Roto, naco, jodido, ¿y qué y qué y qué?” (RoNaJoYKE) en la voz de su representante mediático, Azulejo Marqués, quién denuncia “la falsa imagen de un falso líder de las izquierdas de América Latina”. De acuerdo con esta organización, el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo ha sido sistemáticamente infiltrado desde hace más de 10 años, cuando agentes especialmente entrenados se colocaron como asesores de los liderazgos del partido para convencerlos de que “se ven chidos así, como pobres” pero al mismo tiempo los “orientaron a utilizar ropa hippie de buena marca”.
Azulejo Marqués asegura que el famoso “suetercito” de Morales es de Hugo Boss, y sus “pantaloncitos” serían de Hermenegildo Zegna. “No nos engañemos; incluso el güey ese que iba con su casco de minero por la gira europea está ideologizado: su casco es Lacosste”.
Con esto, el grupo espera demostrar que Evo Morales y su grupo son “güara-guccis”. Es decir, gente que anda con chanclas de marca, fingiendo que son “alternativos” cuando en realidad son fresas “como la puta que los parió”.
Las declaraciones del grupo fueron refutados por el entorno del presidente electo, quien aseguro que la “evomanía” que se está suscitando ahora nada tiene que ver con posibles contratos secretos entre Morales y productoras de ropa fina que recurren a mano de obra barata en las zonas marginadas de Bolivia.
“Es totalmente falso y lo rechazamos categóricamente” aseguró el portavoz de Morales. “El señor Evo no es ningún güara-gucci, y mucho menos un hippie fresa renegado. Es un hombre de convicciones y sí, quizá tiene un gusto rarito, pero eso lo hace más especial”, concluyó.
[ Andrés Pascoe en La Paz ]
No todos están de acuerdo en que el suéter característico que el presidente electo de Bolivia, Evo Morales, es una muestra de su sencillez. Al contrario, cada día crecen las voces en torno a un posible “complot imperialista-fashionista” contra la izquierda internacional.
Los “fashionistas”, o fascistas de la moda, serían un grupo altamente organizado de manipuladores y provocadores de derecha que, con tácticas sofisticadas, infiltran a grupos de izquierda y los ponen a la moda, aún sin que estos se percaten.
Así lo denuncia la Organización No Gubernamental “Roto, naco, jodido, ¿y qué y qué y qué?” (RoNaJoYKE) en la voz de su representante mediático, Azulejo Marqués, quién denuncia “la falsa imagen de un falso líder de las izquierdas de América Latina”. De acuerdo con esta organización, el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo ha sido sistemáticamente infiltrado desde hace más de 10 años, cuando agentes especialmente entrenados se colocaron como asesores de los liderazgos del partido para convencerlos de que “se ven chidos así, como pobres” pero al mismo tiempo los “orientaron a utilizar ropa hippie de buena marca”.
Azulejo Marqués asegura que el famoso “suetercito” de Morales es de Hugo Boss, y sus “pantaloncitos” serían de Hermenegildo Zegna. “No nos engañemos; incluso el güey ese que iba con su casco de minero por la gira europea está ideologizado: su casco es Lacosste”.
Con esto, el grupo espera demostrar que Evo Morales y su grupo son “güara-guccis”. Es decir, gente que anda con chanclas de marca, fingiendo que son “alternativos” cuando en realidad son fresas “como la puta que los parió”.
Las declaraciones del grupo fueron refutados por el entorno del presidente electo, quien aseguro que la “evomanía” que se está suscitando ahora nada tiene que ver con posibles contratos secretos entre Morales y productoras de ropa fina que recurren a mano de obra barata en las zonas marginadas de Bolivia.
“Es totalmente falso y lo rechazamos categóricamente” aseguró el portavoz de Morales. “El señor Evo no es ningún güara-gucci, y mucho menos un hippie fresa renegado. Es un hombre de convicciones y sí, quizá tiene un gusto rarito, pero eso lo hace más especial”, concluyó.
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