Bush intenta congraciarse con Francia

24 de febrero de 2005

“Es un regalito nomás”


[ Andrés Pascoe en Bruselas ]

En un intento de recuperar la amistad perdida con Europa tras las discrepancias en torno a la guerra de Irak, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ofreció a su homólogo francés, Jacques Chirac, regalarle México.
Durante su gira por Europa, el mandatario de EE.UU. dijo que “Es tan sólo una pequeña muestra de nuestro aprecio” en referencia a su país vecino. “Se lo regalamos al pueblo francés con todo gusto, para que dispongan de las playas mexicanas y de su gente, con la esperanza de que así nos podamos reconciliar y trabajar unidos” aseguró en conferencia de prensa conjunta.
Chirac se mostró sorprendido y empezó a ahogarse con un pretzel, pero poco después recuperó la compostura y señaló “Agradecemos mucho la buena voluntad de George en regalarnos un país entero, pero antes de aceptarlo nos gustaría revisar los tratados internacionales al respecto, para asegurarnos de la legalidad de dicho regalo”.
“Ooooh,-- interrumpió Bush – es un regalito nomás, no se pongan puristas de la ley, al final aquí quien manda soy yo. De veras, les entregamos con todo cariño a nuestro vecino y a todos sus inmigrantes ilegales” dijo con una sonrisa que sólo se puede calificar de pícara.
Al mismo tiempo, solicitó a Chirac que enviara 300 mil tropas a Irak “al fin que le acabo de regalar 100 millones de habitantes”.
El anuncio, sin embargo, no fue tomado con agrado por los sureños conservadores de Texas, que expresaron su molestia. “En primera, México no es del presidente para andarlo regalando; es nuestro. En segunda, ahora nuestros campos no sólo estarán llenos de indios mexicanos, sino de indios mexicano-franceses, qué todos sabemos que son más apestosos” dijo un poderoso latifundista en condición de anonimato.
La prensa francesa tampoco se mostró complacida con el regalo. Libération, periódico con tendencia de izquierda, manifestó que es un “buen regalo”, pero que Chiapas debía ser entregada al Subcomandante Marcos. Le Monde, por su parte, cuestionó aceptar un regalo de segunda mano, ya que “los gringos hicieron lo que quisieron con México, al menos que nos lo entreguen lavado y planchado”.
Pero Le Figaro fue más lejos, asegurando que “es un regalo tramposo” ya que México, a pesar de tener cualidades, incluye a “personajes tan truculentos como Marco Antonio Solís, El Buki” por lo que no se debe aceptar a la ligera.
El canciller mexicano, Luis Ernesto Derbez, emitió un comunicado explicando que el gobierno de su país apoyaría la decisión de Bush sólo si EE.UU. se compromete a votar por él en la elección del secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA).

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