17 de junio de 2005
“El me obligó a hacerlo”
[ Andrés Pascoe en Ciudad de México ]
A sólo dos días de que la Suprema Corte de Justicia de México declarará que el ex presidente Luis Echeverría puede ser juzgado por el delito de genocidio, el acusado trató de liberarse de las culpas señalando a el payaso Cepillín como el verdadero responsable.
En conferencia de prensa, Echeverría planteó que “Ese payaso es mucho más siniestro de lo que ustedes creen”, ya que “durante todo mi gobierno utilizó técnicas de control mental para hacerme matar estudiantes. Les juro que yo no quería hacerlo”.
Con esto, la defensa espera que se abra una nueva línea de investigación para analizar las canciones del payaso infantil, que tuvo su época de gloria en los ochentas, varios años después de que Echeverría saliera del gobierno.
“Es claro que las canciones tienen mensajes ocultos” dijo el abogado Juan Velásquez. “miren nomás esta letra de la canción Había una vez un barco chiquito”.
La canción, explicó el abogado, contiene las siguientes estrofas:
Habia una vez un barco chiquito
“Aquí queda claro el contenido crítico a el pene del ex presidente. Cepillín usaba esta canción para hacerlo sentirse acomplejado y poco apto para satisfacer a una mujer en la cama. Pero sádico como es, agregó otra línea peor”
Tan chiquito, tan chiquito que no podia navegar
“Esto demuestra – continuó Velásquez – que además de que la tiene chica no se le para. Perdóneme, pero eso no se hace, y menos al presidente”.
Pasaron una dos tres cuatro cinco seis siete semanas
“Claramente, lo que insinúa Cepillín es que el tiempo pasa y al presidente no se le para, mientras que los guerrilleros y estudiantes se arman, crecen sus grupos y su influencia social. Pero la siguiente frase, -- explicó el abogado – es la más reveladora”:
Y los lideres y los lideres empezaron a escasear
“¿Qué les puedo decir? El payaso siniestro está claramente acusando a Echeverría no de tomar las riendas del país, de no enfrentar los problemas mientras se ocupa en tratar de parar su ‘barco chiquitito’, esto es innegable”. Las últimas dos líneas de la canción son, según dijo Velásquez, concluyentes:
Y si la historia no les parece larga
Volveremos, volveremos a empezar
“El planteamiento es muy transparente: o haces algo o volveremos a la edad media. Así, la fiscalía debe comprender que el presidente era víctima de los peores métodos de sumisión y control y por eso, sólo por eso, mató a tanto pinche estudiante, que además, hay que decirlo, eran una bola de pelmazos”.
Satisfecho, el ex presidente Echeverría agradeció a su defensa y aprovechó para asegurar que “no la tengo taaaaan chiquita”.
La Fiscalía no supo que responder, sumida en el más absoluto estupor.
